
ROTAVIRUS
ROTAVIRUS

El rotavirus es una enfermedad contagiosa que provoca gastroenteritis o infección intestinal en las personas afectadas. Fue identificado por primera vez en 1973 por la viróloga australiana Ruth Bishop. Pertenece a una familia de virus que pueden afectar el sistema gastrointestinal y las vías respiratorias del huésped. Aunque los adultos también pueden contraer esta enfermedad, los niños, especialmente los lactantes, son más susceptibles a contagiarse de este virus.
CAUSAS
Esta infección se transmite al entrar en contacto con las heces del infectado de forma oral, ya que el virus puede sobrevivir durante varias horas en las manos y durante días en superficies sólidas, como pañales, ropa, sábanas, etcétera..
SINTOMAS
Los principales síntomas del rotavirus son diarrea, fiebre y vómitos. Es muy importante controlar la hidratación de los infectados por esta enfermedad, ya que las diarreas que provoca suelen ser severas.
COMÓ ACTÚA LA ENFERMEDAD
El virus infecta el estómago y los intestinos.
Preguntas frecuentes
Diagnostico
Aunque la presencia de los síntomas, sobre todo si se manifiestan todos, es un indicio de posible contagio por rotavirus, esta sintomatología puede aparecer con muchas otras patologías, especialmente en los niños, por lo que los síntomas no siempre conducen a un diagnóstico claro.
La mejor manera de determinar si existe infección por rotavirus es realizando un análisis de heces.
Prevención
En la actualidad existen vacunas contra esta infección, que se administran, de forma oral, a partir de las seis semanas de vida.
El rotavirus es muy contagioso, por lo que, una vez confirmada la infección, se debe proteger al infectado en todo momento y se debe procurar mantener el menor contacto posible. Las aulas, guarderías y los lugares públicos pueden ser el escenario de brotes epidémicos.
A pesar de que lavarse las manos no garantiza evitar contagiarse por el virus, una buena higiene reduce las posibilidades de contraer la enfermedad.
Tratamiento
Existe la posibilidad de prevenir la infección administrando una vacuna pero, una vez se contraiga el virus, no existen medicamentos específicos para tratarlo. Si la pérdida de líquidos es severa (diarrea aguda o vómitos constantes) es necesaria la administración de suero y electrolitos.
En el caso de los bebés, muchas veces no son capaces de tolerar los líquidos, por lo que es necesario su ingreso hospitalario para llevar a cabo la rehidratación.